Víctor y Pablo iban de bautizo.
Los dos hermanos vestían conjuntados, de celeste y blanco.
Víctor, que ya tiene cinco años, llevaba unas menorquinas rojas, pero a Pablo no le duraban ni dos minutos en los pies.
Así que decidimos que Pablo llevara otro complemento en rojo y qué mejor que una capota?
Mirad que gracioso iba.
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